En Japón el gobierno prohíbe trabajar

El exceso de trabajo es algo habitual en algunas culturas. Se da en países latinos, del Sur de Europa o en Asia, especialmente en Japón.
El gobierno japonés ha presentado un nuevo plan para acabar con el abuso en las horas extra en ese país y su terrible impacto social, personal y sanitario. Se trata de limitar las horas extras permitidas por ley, con vistas a cambiar la cultura del exceso de trabajo arraigada en el país y con el objetivo de prevenir nuevas muertes de empleados relacionadas con este problema.
En 2015, más de 2.159 personas se suicidaron en Japón por causas relacionadas con el trabajo -675 de ellas por cansancio-, según datos del Ministerio nipón de Trabajo.
El Ejecutivo emprendió esta iniciativa tras destaparse las muertes derivadas del exceso de trabajo -karoshi, en japonés- de dos empleados del gigante nipón de la publicidad Dentsu, que reabrieron el debate público sobre esta persistente práctica empresarial en la tercera economía mundial.
El objetivo es que los empleados no excedan en ningún caso las 100 horas mensuales, o de 80 horas en el caso de que se encadenen varios meses con alta carga laboral. Si lo pensamos fríamente el límite es una verdadera barbaridad, ya que 100 horas al mes equivale a hacer unas 5 horas al día de más. ¿Quién puede aguantar eso? Y si se aguanta, ¿qué tipo de vida se puede llevar así?