Branding Político: el secreto detrás de los grandes

A los ciudadanos les gusta poder votar, elegir y participar de alguna manera para construir el futuro de su país, ciudad o estado. Desean que su voto sea realmente útil y comunicar esto mismo es posible a través de un tipo de branding llamado branding político.
Existe en todo el mundo una imagen negativa de la política. Esto se debe a que en múltiples ocasiones los partidos, personas, etc. ponen como principal y única meta por encima de todo: ganar, sin importar que tan falsas se vean las acciones llevadas a cabo y mensajes transmitidos.
Los comunicadores de las campañas políticas quieren pasar sobre el hecho de que los políticos o figuras públicas tienen que ser y verse como algo más que un simple profesional, como un ciudadano más que está siempre cerca de la gente empatizando y que le dedicará más tiempo al interés general por encima del particular.
La era de inundar las calles con los mismos carteles de distinto color que difunden un mismo mensaje ha terminado. Es momento de comunicarles a las personas un mensaje que vaya más allá de un simple “Vota por mi” o “vota por este partido”, ya que hacer esto simplemente genera la misma sensación que cuando una marca dice ¡Cómprame! sin justificar el por qué de lo que hay detrás.
Es esencial que todo el equipo encargado de llevar a cabo una campaña política entienda que tanto la marca personal como la política son similares a las marcas comerciales, ya que están ofreciéndole a las personas algo que “tienen que adquirir”. Esto se debe a que tanto en el caso de cualquier marca el consumidor “elige” consumirla, y lo mismo ocurre en la política: el votante debe elegir.
Es un hecho que es todo un reto para aquellas personas que se dedican al branding, el trabajar en branding político y construir desde cero lo que será el activo más importante de un partido político.
El branding político es todo lo que implica el proceso de construcción de la imagen con la que se asociará a los candidatos o gobiernos. Es el proceso durante el cual la administración y coordinación de activos disponibles y recursos debe ser apropiada y eficiente para que el candidato adquiera valor y sea percibido de manera positiva.
Toda esta construcción de la marca humana que se asociará a los candidatos o gobiernos sirve para crear un puente que establezca una conexión entre la estrategia publicitaria y la estrategia política. Se hace estableciendo por un lado diferenciación de las acciones de la competencia y por otro lado relevancia para constituir aquel compromiso con los seguidores y viceversa.
El branding político trabaja para transformar a un candidato en la opción número uno, dándole una imagen real y coherente.
Es importante debido a que actualmente ya muchos partidos políticos están empezando a comprender la importancia de conectar realmente con su público y de mantenerse actualizados. De no hacerlo, se quedarían atrás, con una imagen de un partido tradicional.
Así como ocurre con las marcas, que deben estar renovándose constantemente para mantenerse vivas en el mercado, lo mismo ocurre con los partidos políticos. Necesitan actualizarse para sobrevivir y sobre todo y más importante, para no perder la confianza dentro del mercado electoral. Les guste o no, es esencial que comprendan que hoy en día es mucho más importante la reputación que la ideología.
En la actualidad todas las personas se encuentran diariamente recibiendo millones de estímulos, de los cuales el cerebro no logra procesar todos más que algunos tantos.