Papa recordó a las víctimas del atentado

Después de 10 días de luchar por su vida en la unidad de cuidados intensivos del hospital el Tunal de Bogotá, el cadete Andrés Felipe Carvajal perdió la batalla y murió por las graves heridas que le dejó el atentado en la Escuela de Cadetes General Santander. Con el deceso de Carvajal, de 24 años, la cifra de personas muertas por el ataque subió a 22 (contando al autor material).
“Fueron días de mucha angustia, incertidumbre. Pero también de mucha fe y esperanza”, dijo Daniela Carvajal, hermana del cadete, quien pidió que Andrés Felipe, “sea recordado como un héroe colombiano, como una persona que dio su vida por un sueño que él tenía”.
El Papa y su oración
En medio del Ángelus, en el Hogar del Buen Samaritano de Panamá, donde se hospedó para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (que terminaba sus actividades ayer), el Papa Francisco se refirió a los 21 cadetes de la Policía que murieron en la acción de la guerrilla del Eln.
“Como recuerdo de ellos, me permito en este Ángelus nombrarlos, y cada uno desde el corazón, o en voz alta, diga esa palabra que se suele decir en estos institutos cuando se nombra a un muerto: ‘presente’”, dijo. El papa Francisco citó uno a uno a los 21 cadetes muertos hasta ese momento, mientras los asistentes a la homilía respondían: Presente.
“Te pedimos Señor que les des su paz y al pueblo colombiano que también le dé su paz”, concluyó Francisco.
Por su parte, el presidente Iván Duque, quien también estuvo en el acto religioso, lamentó la muerte del cadete Carvajal y aseguró que los hechos no van a quedar en la impunidad y que los responsables del Eln deberán responder ante la justicia e insistió en que sobre los jefes guerrilleros hay orden de captura.
“En la Jornada Mundial de la Juventud frente al Papa Francisco elevamos nuestras oraciones por Andrés Felipe Carvajal quien acaba de morir luego de padecer varios días tras el atentado terrorista del Eln; ya son 21 los héroes asesinados”, escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
Fuente: El Colombiano