Colombia superó su primer reto después del Mundial
Con una formación basada en la nómina de Rusia, Reyes ganó su primer juego: 2-1 a Venezuela.
Con la base del Mundial al comienzo y algunas caras nuevas al final, el partido frente a Venezuela ratificó que Colombia tiene buena materia prima para el técnico que llegue a la Selección. El 2-1 de anoche en Miami fue una anécdota y un buen resultado para la hoja de vida de Arturo Reyes, el técnico encargado. El martes será la segunda prueba, frente a Argentina.
Colombia arrancó con la estructura que quedó de Rusia 2018, en la que Reyes tapó únicamente los huecos del central zurdo con William Tesillo, que estuvo hasta último momento al borde de entrar a la lista de 23, y el del lateral izquierdo, pues no estaban ni Johan Mojica ni Farid Díaz. Tampoco, Frank Fabra. Ahí entró Cristian Borja.
Si bien no cambió muchos nombres, Reyes sí modificó en algo el funcionamiento del equipo al poner a Carlos Bacca como segundo delantero al lado de Radamel Falcao García. Y, detrás de ellos, un talentosísimo Juan Fernando Quintero, bien metido en el papel del líder del medio campo colombiano ante la ausencia de James Rodríguez.
El primer ataque con peligro que tuvo Venezuela terminó en gol, y muy temprano, a los tres minutos de juego: un pelotazo cruzado de Alexánder González se le pasó a toda la defensa colombiana, incluyendo a Juan Guillermo Cuadrado, que llegó a cerrar y terminó superado por la pelota. Detrás de él entró Darwin Machís, jugador del Udinese, para rematar y vencer a David Ospina.
No fueron fáciles los primeros minutos para Colombia. Venezuela le presionó la salida, como también lo hizo en su campo. Pero el equipo logró superar ese factor después de los primeros 15. Santiago Arias se convirtió en un peligro para la defensa de Venezuela y cuando tuvo precisión hizo pasar trabajos a sus rivales, como en aquella jugada en la que mandó un centro en plena carrera para encontrar al otro lado, entrando al área por la izquierda, a Mateus Uribe, para rematar. Ahí apareció el mejor Wuilker Faríñez de los últimos tiempos, el mismo que ganó mucho prestigio en la eliminatoria pasada y también en muchos partidos con Millonarios, en especial en el primer semestre de este año.
No fue la única que salvó el portero venezolano en un primer tiempo en el que a Colombia le faltó precisión. A los 32 minutos anticipó a Cuadrado cuando este buscaba un globo que tiró Quintero al área, y luego brilló para atajar un cobro de tiro libre del mediocampista de River Plate. En esa primera mitad, no obstante todo lo bueno que hizo Quintero, ni Bacca ni Falcao entraban en la onda del equipo.
Con los mismos 11 jugadores de arranque en el segundo tiempo, Colombia encontró la vía para hacer importante a Falcao. A los 5, Faríñez le paró un mano a mano. Pero a los 10, el atacante del Mónaco tuvo revancha: recibió un pase de Bacca, enganchó dentro del área y remató de derecha. Un gol más para aumentar su cifra como el máximo artillero de la Selección en toda su historia.
Ya Colombia parecía más cómoda en el juego. Y, en el último cuarto del partido, Reyes comenzó a mover la nómina: el primero que entró fue otro mundialista, Luis Fernando Muriel. Y, luego, otro que venía del proceso de Pékerman, Yimmi Chará. En los 15 minutos finales entraron los nuevos: Sebastián Villa, Alfredo Morelos (que se comió un gol increíble, de frente al arco: le metió mal el pie al balón y se lo entregó a Faríñez) y Jorman Campuzano.
Con la sangre nueva, pero con uno de la vieja guardia, Colombia encontró el gol de la victoria, en el minuto 89, con un tanto de Chará tras una serie de rebotes, luego de una pelota que Villa tiró al centro del área. Ganar siempre será bueno. También lo es ratificar que hay con qué armar una buena Selección, con el técnico que llegue.
Fuente: El Tiempo